cumpleaños jueliz

El domingo fue mi cumpleaños, no soy de hacer fiesta ni grandes celebraciones, usualmente me quedo en casa esperando a algunos amigos que casi siempre bajan a saludar pero esta vez mi madre desde comienzos de mes me decía que me vaya de paseo para evitar la fatiga de preparar algo, primero estaba planeando ir de visita a una hermana que vive en la selva pero como la zona está con lluvias y huaycos (derrumbes) por las carreteras he postergado ese viaje, luego podía ser ir a Ica o Lunahuaná recordando viejos tiempos donde practicaba deportes de aventura (cuando era joven y sin panza) el problema es que chicayeye también trabaja los sábados así lo descarté porque al ser lejos no quería llegar muy tarde. El sábado en la tarde me quedaban dos alternativas: Cieneguilla o Chosica que tienen muchos albergues con piscina (para mi mala suerte no le gusta la playa/arena a chicayeye) buscando en internet encontré el "kis-kas" un hotel & parque acuático con toboganes y hasta discoteca cerca a Chosica, algo que hace tiempo estaba buscando, inmediatamente llamé para hacer reservaciones y una señorita me dijo que esa noche no iba funcionar la discoteca porque no llegaba la gente: había caído un huayco en la carretera central que volviera a llamar en dos horas para saber si ya estaba abierto el pase, a la hora que llegó chicayeye a mi casa me preguntó si ya había decidido ir, yo contento le comenté del kis-kas, al volver a llamar me responde un señor que dice ya no hay habitaciones pero ya que no llegaba la gente (por el huayco) me hiba a devolver la llamada en 15 minutos para confirmarme, cosa que nunca hizo, durante media hora estuve llamando sin que nadie me respondiera asi que enrumbé a Cieneguilla esperando encontrar un buen lugar.

Llegamos cerca a las 11:30 pm. todo estaba apagado, anteriormente cuando iba de dia uno ve docenas de hospedajes para escoger pero cuando todo esta oscuro (no hay alumbrado público) no sabes donde ir, felismente encontramos un hotel bien iluminado (en realidad el único) el recreo campestre Sol del Puente II, luego de hospedarnos pensaba salir a buscar una discoteca para recibir mi santo en plena juerga pero la tranquilidad y belleza del lugar hizo que decidiera quedarme, luego de media noche escuchamos una pareja bajó a la piscina yo también quería ir pero chicayeyé me dio otros motivos cariñosos para quedarme en cama muy contento. A la mañana siguiente descubrí que había olvidado mis sandalias asi que partimos al pueblo a comprarme un par provisional, estuvimos en los columpios, yo nadando en la piscina, comimos rico y a las 7pm nos regresamos a Lima, aunque al irnos todo el ingreso estaba apagado cualquiera diría que solo habia prendido las luces para recibirme. Nada mejor que pasar un fin de semana tirado panza arriba en la tranquilidad del campo al lado de una piscina.